El interés por la inversión sostenible crece en Chile, impulsando la adopción de fondos de pensiones éticos que priorizan criterios ambientales, sociales y de gobernanza. Estos fondos no solo buscan rendimientos financieros, sino que también promueven el bienestar social y la transparencia, enfrentando desafíos y oportunidades en el camino hacia un futuro más responsable.