El mercado inmobiliario español en 2025 se verá influenciado por cambios demográficos, condiciones económicas, políticas de vivienda, sostenibilidad y digitalización. Estos factores interrelacionados crearán un entorno competitivo, con nuevas tendencias en estilo de vida y preferencias por propiedades, destacando la importancia de adaptarse a estos desafíos y oportunidades.