La hiperinflación y crisis económicas en Chile han moldeado la percepción del crédito, fomentando desconfianza hacia instituciones financieras. Hoy, la transparencia y educación financiera, impulsadas por plataformas digitales y redes sociales, empoderan a los consumidores para tomar decisiones más informadas sobre el crédito, mejorando su relación con el mismo.